“Lo dejaron presentarse porque no tenía posibilidades.”
Esta es una de las frases, en relación a la candidatura que ha salido
vencedora de las primarias del Partido Laborista, la de Jeremy Corbyn, que más
se repite entre los mentideros periodísticos, conservadores y del propio
Partido Laborista que podemos ver tanto en la prensa digital como en la
impresa, seguro que también será recurso en alguna que otra tertulia adicta a
la sal, pero que resume el poco pulso que se le tiene cogido a la sociedad, incluida
militancia política, en todos aquellos rincones donde parece es más fácil crear
o destruir opinión, pero cuando al factor humano se le activa el resorte
esperanzador de la solidaridad todo es impredecible.
Hay cuestiones a tener muy en cuenta, tras las primarias britanicas, para
recuperar el socialismo europeo a sus principios fundacionales, y por lo tanto para
reconducir la actual situación social hacia una sociedad cimentada en lo que
tiene que ser su propia esencia, las personas.
Los paralelismos que podamos encontrar entre Jeremy Corbyn y Tsipras
quedan supeditados a sus propias candidaturas, a partir de ahí la realidad los
separa, Corbyn no es Podemos, pertenece a un partido tradicional.
Aun siendo los dos generadores de un mismo anhelo, devolverle a las
personas su dignidad, el griego partía con la desventaja de no ser Grecia una
potencia mundial. Para Corbyn la realidad es otra, la situación geopolítica del
Reino Unido puede hacer temblar, seguro que ya hay quien al menos esté
tiritando, a los grandes poderes económicos, impositores de las más salvajes
reglas neoliberales que se aplican desde el Fondo Monetario Internacional o el
Banco Central Europeo y a quien, como Merkel, está encantada de aplicarlas.
Corbyn se ha hecho acompañar de un equipo de veinte personas, todas
como él, radicales en sus principios ideológicos, comprometidos/as socialmente,
pero moderados en las formas, ese es el caso de Kate Fletcher, que llegó a ser Presidenta
de la Unión Nacional de Estudiantes (NUS) con su propuesta Anti Matrícula
Universitaria, se define a sí misma como Feminista Izquierdista. O Jon Tricket,
fontanero de profesión, concejal y activista durante las huelgas mineras de
Leeds entre 1984 y 1985, diputado desde 1996. En definitiva un equipo que
proviene de la clase trabajadora comprometida.
A Jeremy Corbyn, hijo de la lucha contra el franquismo, contra ella se
conocieron sus padres, le queda un duro trabajo por delante, lo primero es sin
duda recuperar el vacío ideológico por el que está pasando el Partido Laborista
Británico, solo si consigue eso, que no es poco, estará en condiciones de
afrontar el reto de posicionar al Partido Socialista Europeo en su ubicación
natural, la izquierda.
En ese camino se va a encontrar obstáculos de todo tipo, en ninguna de
las dos labores debemos dejarlo solo, no podemos permitirnos esperar siquiera un
segundo, cada segundo que perdamos lo gana la radicalidad neoliberal.
A todo esto el PSOE tiene que tomar nota, no valen equidistancias ni
ambivalencias. Solo un paso firme en defensa de la clase trabajadora, en
recuperación de sus valores fundacionales y que lo posicione en su estado
natural, hará que de alternativa pasemos a realidad.
Coincido pero, un factor a tener presente es la actual militancia del PSOE poco dada a estudiar y apostar ideológicamente y si por el contrario poner el acento en el personaje de moda. MAS IDEALES Y NO TANTO SUPUESTO ÍDOLO.
ResponderEliminarEntonces José María, que se hable más del laborismo actual y menos de Corbyn, que ya me huelo otra marca más con la que poder comprar un producto.
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