El
mayor error de la candidatura que perdió el congreso no fue el discurso de la
candidata, hubo un error mayor y fue no tener en cuenta que en Andalucía el
congreso se dirimía entre Rubalcaba y el binomio Griñán-Díaz, la experiencia
acumulada en estos últimos años por los sectores discrepantes con la dirección
regional y las provinciales, era un factor a tener muy en cuenta, delegados de
gobierno destituidos casi ipso facto, gestoras que anunciaban la incapacidad de
arreglar problemas a través del debate, lejanía con entidades y asociaciones, y
el ir apartando a compañeros/as que le habían dado mucho al partido por el
democrático principio de decir que las cosas se podían hacer de otra manera,
era un caldo de cultivo para que en la intimidad de las urnas, cada uno/a fuera
de si mismo/a, sin presiones, y que el dolor acumulado se desvaneciera con el
simple pero decisivo hecho de depositar el voto en la urna.
La
retorica entorno a la unidad va a imperar sin duda hasta el recuento del último
voto el 25 de Marzo, pero se han clavado demasiados estiletes como para que
tras las elecciones, de las palabras se pase a los hechos, de los corrillos a los
corros y de los corros a los congresos.
En
Diciembre alguien me dijo que a partir de Febrero todo cambiaría, y llevaba
razón pero en sentido contrario, el PSOE andaluz necesita reencontrarse a si
mismo y parece que así va a ser.
Jesús
Garrido.