Se
le ha arrebatado a la izquierda organizada europea el espíritu de rebeldía
solidaria, entre otros muchos, y esta lo ha aceptado adoptando una posición
egoísta que le impide ver otros problemas que no sea el doméstico de cada una
de ellas, la gravedad de esto es que ni si quiera los principios y valores que
se presupone debe defender se aplican en cada una de los países que la
componen, por el contrario ocurre que se huye de lo ideológico hacía el vacío
de la centralidad y claro, un partido político que se define de Izquierdas carece
de sentido si su proyecto no es por y para las personas.
La
Izquierda se ha dejado domesticar por los poderes económicos, se ha dejado
engullir por el neoliberalismo y no quiere reconocerlo porque el resultado de
la autocrítica podría colocar a sus organizaciones fuera del marco ideológico
por el que fueron creadas, la autocrítica, el reconocer que se ha hecho mal y
que hizo bien es una obligación, y no solo desde las organizaciones políticas,
si no también de las sindicales, para esto solo hay una solución posible y esta
está en la acción y la acción radica en la unión.
Necesita
el conjunto de la Izquierda europea decirse a sí misma que quiere ser de mayor,
si quiere continuar por la senda de los salva patrias económicos o por el contrario
poner el acento en las personas, hace falta un nuevo contrato social con tanta
luz que signifique una amenaza real para la intransigencia de los mercados, lo
grave no es que pase con Grecia, si no que pasará con los griegos y griegas, lo
grave no es que pasará con Europa, si no con los europeos y europeas, el modelo
social europeo continua derrumbándose y la izquierda sigue encantada de
conocerse.
Es
lamentable desde un punto de vista progresista que para solucionar el problema
griego desde las instituciones europeas se convoque antes a la comisión
delegada de asuntos económicos que a la de asuntos sociales y esto se acepte
con la naturalidad de lo irremediable, ante esto hay que rebelarse y gritar
basta. La batalla la sigue ganando el capitalismo salvaje y no estamos en
condiciones de seguir esperando para ponerle freno.
Tenemos
la obligación de enfrentarnos a nuestros propios errores, reconocerlos, reconocernos
y que nos reconozcan mirándonos a los ojos, se hace de vital importancia una
convocatoria urgente de las organizaciones que conforman la Internacional
Socialista, reorientar el rumbo hacia el mar de la lucha de clases y la
igualdad.
Esto
no será fácil, hará falta una labor pedagógica y en corresponsabilidad de
organizaciones políticas y sociales, nos encontraremos las trabas más inimaginables
que puedan poner en marcha los sectores neoliberales, contra esto no hay más
que mostrarse con actitud decidida y radical.
Desde
aquí un llamamiento a Pedro Sánchez Secretario General y candidato del PSOE a
la presidencia del gobierno, que escuche, reflexione y actúe, le pido que exija
de inmediato una reunión del Partido Socialista Europeo y de la Internacional
Socialista, no solo está en juego el futuro del modelo social europeo, está en
juego el derecho de los seres humanos a sentirse libres.
Decía
Paulo Freire que había que decidir entre una educación para la domesticación
alienada o una educación para la libertad. Educación para el hombre-objeto o educación
para el hombre-sujeto.
Es
tiempo de tomar decisiones.